Autora: Aitana Pérez Moll
Un día normal y corriente se levantó un niño de 12 años. Él estaba muy contento porque se graduaba pero por otra parte no, porque eso significaba que se iba a separar de sus amigos.
Mamá, vámonos para el colegio que llegamos tarde.
Ya voy, hijo, te estoy preparando el desayuno.
Hablando con su madre le dijo:
Mamá, yo no me quiero separar de mis amigos, profesores, etc.
Hijo, no tienes que pensar en lo que vas a perder, tienes que pensar en lo que has ganado estos nueve años.
Después de la graduación.... se despertó. (100 palabras)
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