Autora: Sandra Vargas González
Érase una vez una hormiga que tenía un sueño.
Su sueño era ser gigante, por eso a la hormiga Laura le encantaban las ciencias, se pasaba horas, días, meses, investigando cómo hacer una vacuna para cumplir su sueño.
Un día por equivocación mezcló dos probetas y ¡pum!, Laura consiguió la vacuna que tanto trabajo le había costado hacer.
Sin pensárselo dos veces Laura se tomó la vacuna y en pocos segundos empezó a crecer, pero a la media hora igual que creció disminuyó hasta volverse como era ella antes.
Entonces Laura se alegró, porque al fin había cumplido su sueño.
(100 palabras)
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