Autor: Ángel Muñoz Fernández

LA LEYENDA DEL MEGADOLÓN

Un día en la playa de San Andrés Ángel y Andy estaban en el agua bañándose cuando de repente, dirigiéndose a las rocas, se encontraron con un portal y de él salió el gran y devastador tiburón prehistórico  ! MEGADOLÓN ¡

Ángel y Andy avisaron a toda la playa pero no les creyeron. Al pasar un tiempo se fueron de la playa enfadados, pues no habían sido escuchados por nadie. A la mañana siguiente salió en el periódico y en la televisión que se habían encontrado restos de bañistas en la orilla y algún que otro barco de pesca destruido. Ángel y Andy dijeron los dos a la vez a su madre:

-¿Ves?, seguro que ha sido el tiburón de ayer.

Su madre respondió:

-Ya claro, seguro que ha sido ese “tiburón”.

Ángel y Andy decidieron ir a la playa para ver los cadáveres. Cuando llegaron se encontraron con Miguel y Natalia. Natalia preguntó:

-¿Quién habrá sido?

Miguel no dijo nada pero Andy y Ángel comentaron a la vez:

-Ha sido un “megadolón”.

Natalia y Miguel no les creyeron y se fueron.

Entonces decidieron ir al sitio donde se encontraron al tiburón pero se llevaron una sorpresa porque el portal había desaparecido.  Andy y Ángel gritando dijeron:

-¿Dónde está el maldito portal ?

Tan fuerte fue el grito que el ruido atrajo al megadolón y lanzando un rugido rápidamente se fue. Andy dijo:

-Casi nos come. Menos mal que no tenía hambre.

Y Ángel dijo:

-No quería verme en las tripas de un tiburón gigante.

Andy dijo:

-Creo que deberíamos irnos a casa ¿no crees?

Cuando Ángel y Andy llegaron a casa se llevaron una buena regañina por llegar tarde a casa. Después la televisión anunció:

-¡Últimas noticias: se han encontrado huesos de bañistas en la arena de la playa de San Andrés y también escamas de tiburón!

La madre dijo:

- Chicos, os debo una disculpa por no creeros.

A la mañana siguiente volvieron a ir a la playa para seguir investigando y se encontraron con el profesor Kempstein y éste les dijo:

-Oíd niños, ¿queréis vencer al tiburón que está arrasando estas costas?

Andy y Ángel respondieron juntos:

-¡Sí queremos!

Y el profesor dijo:

-Muy bien, venid a mi laboratorio subterráneo.

Al llegar al laboratorio les enseñó tres tiburones con poderes diferentes: uno de ellos era el “robotiburón“ que lanzaba misiles; otro era el tiburón ártico, que tenía un aliento congelador, helaba todo cuanto estaba cerca de él; y por último el tiburón eléctrico, que electrocutaba todo cuanto tocaba.

Y el profesor dijo:

-Elegid uno.

Ángel dijo:

-Yo quiero el robotiburón.

Y Andy dijo:

-Yo quiero el eléctrico.

El profesor dijo:

-Vale, por ahora iros a casa y descansar iremos a por el megadolón.

Andy y Ángel dijeron:

-¡Sí!

Ángel y Andy a la mañana siguiente se despertaron temprano y se marcharon hacia la base secreta.

El profesor dijo:

-Muy bien, muy bien, es hora de empezar.

Ángel y Andy montaron en sus tiburones y se lanzaron a la acción. Cuando encontraron al tiburón, éste se encontraba dormido y era el momento perfecto para atacarle. Pero qué mala suerte la nuestra, pues Andy se electrocutó al pegarle sin querer al tiburón. Luego empezó una lucha y aunque al principio el megadolón se escurría y mordía … vamos que íbamos perdiendo,  de repente el profesor dijo:

-¡Usad las habilidades de los tiburones!

Y cuando empezamos a usar las habilidades, por fin matamos al megadolón.

Al final la playa volvió a la normalidad y nunca más se vio a un tiburón prehistórico.

FIN